Redshift: ajusta automáticamente el color de la pantalla y protege tu vista

RedShift es un software que nos hace más agradable el trabajar con nuestra computadora al ajustar automáticamente la temperatura de color de la pantalla en función de la luz solar disponible.

 El programa nos protege de todas esas horas que nos pasamos sentados frente a la pantalla, especialmente si somos aves nocturnas y hacemos uso de la luz artificial en vez de la solar.

Algunos equipos disponen de sensores de luminosidad y son capaces de ajustar el brillo de forma automática pero lo que no hacen es corregir la temperatura de color de la pantalla.

Algo que según algunos estudios inhibiría la producción de melatonina modificando los ritmos circadianos (algo así como nuestro reloj biológico), alterando de paso la tensión ocular y haciendo más difícil conciliar el sueño al pensar nuestro cerebro que todavía es de día.

Lo que Redshift básicamente hace es desplazar eses colores brillantes y blancos hacía tonos rojizos o salmón volviendo la temperatura más cálida en horario nocturnos 3000K-4000K (por defecto 3700K)., mientras de día la hace coincidir con el exterior  5500K-6500K (por defecto 5500K).

Esa fluctuación de valores, especialmente de noche se debe al tipo de iluminación artificial que utilicemos por lo que en muchos casos es aconsejable un ajuste manual de los mismos, algo que veremos un poco más adelante.

El uso básico de Redshift es con el parámetro -l seguido de nuestras coordenadas separando la latitud y longitud con el simbolo “:”

Por ejemplo suponiendo que viviera en Sídney sería algo así:

redshift -l -33.8675:151.2070

Por cierto esta web es bastante útil si quieren localizar nuestras coordenadas.

Puede ser que los valores por defecto que comentábamos antes no nos convenzan demasiado, en ese caso los podéis modificar usando el parámetro -t.

Lo vemos en este ejemplo:

redshift -l -33.8675:151.2070 -t 3000:6000

Si queremos consultar todas las opciones de configuración lo podemos hacer con

redshift -h

Al principio puede que cueste un poco acostumbrarse a estos cambios pero en la mayoría de los casos suele tener un efecto bastante reparador.

Una vez probado y si vemos que nos convence, lo más cómodo para no tener que andarlo lanzando continuamente en cada sesión es establecerlo como programa de inicio.

En GNOME lo podemos hacer desde la herramienta de retoques en el apartado Aplicaciones al inicio, en KDE desde las preferencias del sistema en la sección de arranque y apagado (o mediante el Redshift Plasmoid), y si utilizáis algún otro tipo de escritorio lo podéis configurar también en esta ruta home/nombre_usuario/.config/autostart

Ahora que estamos a vueltas con los entornos es interesante recordar que contamos con una extensión de GNOME y un completo plasmoide de KDE .

También disponemos de una útil interfaz GTK denominada redshift-gtk con la que podemos cambiar a modo día/noche, establecerlo como programa de inicio o suspender el programa durante un tiempo determinado (30 minutos, 1 hora, 2 horas).

Para lanzarlo utilizaremos los mismos argumentos que con redshift.

Instalación

Tanto redshift como redshift-gtk están disponibles en la mayoría de distros GNU/Linux.

Si utilizáis KDE como entorno os recomiendo que instaléis el plasmoid-redshift.

  • Arch Linux y derivadas como Manjaro, Antergos o ArchBang
sudo pacman -S redshift 

Para mas información como siempre la ArchWiki sera de gran utilidad.